
Meterse en una historia suya es como escarbar la tierra mojada del campo con las manos. Empiezas por lo superficial, que es lo que se ve a simple vista, un fruto o una hortaliza o lo que sea; sigues removiendo, tocas la raíz y luego vas tanteando un mundo subterráneo que se antoja infinito
JUAN BLASCO TORRES. Me ocurre algo extraño con los libros de Vila-Matas. Me van desapareciendo aunque yo estoy convencido de que, una vez leídos, les hago un hueco en la estantería. No desaparecen todos, pero sí algunos que recuerdo por algún motivo especial y con los que no consigo dar estos días aunque los busco afanosamente. Estoy seguro de que nadie los ha cogido y de que no los he prestado (+)