Del blog Cita a las diez «Al reproducir sus textos, sabiamente elegidos, Vila-Matas logra despertar nuestro interés por ignotos autores y nuestro urgente deseo de conocerlos. Ansiosos nos preguntamos quién será ese tal Clément Cadou, que dejó para la posteridad algo tan admirable como este epitafio (murió joven): «Intenté sin éxito ser más muebles, pero ni eso me fue concedido. Así que he sido toda mi vida un solo mueble, lo cual, después de todo, no es poco si pensamos que lo demás es silencio.” [Clément Cadou en Bartleby y compañía]
Artesanía y levedad (por Clément Cadou), por Alejandro Zambra.
Da que pensar que un blog literario lleve el nombre de Clément Cadou (Clement Cadou blogspot)
y no tenga relación alguna con el Clement Cadou del que aquí se habla.
Pero Clément Cadou sí que existe ,por Patricio Pron
«El comentario me llevó a un blog y el blog me llevó a esa zona tan grata de la sorpresa. La muchacha en cuestión es Clemente Cadou, o por lo menos creo que es una muchacha y ojalá que ese sea su nombre. Me gustaría. Está ahora de vacaciones y por sus giros pienso que vive en España. Bueno. Eso. De casualidad soy feliz una vez más hoy. Y eso es mucho más de lo que esperaba cuando me subí al micro para venir acá. ( 29th August 2013, Diana Laurencich)
Éste señor no ha sido nunca Clement Cadou, sino su tío de América, WCW.
Intento de escapada, de Miguel Angel Hernández, fue analizado en cierta ocasión por Clément Cadou, el falso.
Una frase suelta sobre el Cadou verdadero : «Sepa usted que Cadou sólo es visible en invierno» (Vila-Matas)
¿Donde estuvo no hace nada Clement Cadou? En Lisboa, asistió a la presentación de Gonçalo Tavares de la versión portuguesa de Mac y su contratiempo (traducción extraordinaria de María Manuel Viana). Cadou estuvo entre el público, sentado en la hilera de las sillas llamada «la hilera del mal»
Se le vio el 10 de abril (2018) en Londres en el recital de música de Dominique Gonzalez-Foerster (en la foto de abajo) con la banda de Perez.
Ahora Clement Cadou, desde julio 2018, intenta sacarse el carnet de conducir en Vilwokia, región de Polonia.
PREGUNTA: Sabemos que Jean-Yves Jouannais, autor del ensayo Artistes sans œuvres —I Would Prefer No to — (Artistas sin obras —I Would Prefer No to), te dio la idea de los bartlebys. Inventa en su libro Félicien Marbœuf, “el más grande de los escritores que no han jamás escrito” Victima de una mistificación, aparece en el libro y se llama Clément Cadou, te apoyas para eso sobre Gombrowicz y Georges Perec. ¿No crees que el lector se pierde un poco con tanta ficción?
RESPUESTA: El hecho de que Jouannais citara a los shandys de mi Historia abreviada como pertenecientes a su cofradía de artistes sans œuvres (artistas sin obras), me animó a trasladar al señor Marbœuf, “el más grande de los escritores que no han jamás escrito”, a mi personal secta bartlebyana. No creo que el lector se pierda con tanta ficción, sino que, si así lo deseara, tiene una oportunidad estupenda para investigar acerca de lo que aún nadie ha escrito: la amistad indisoluble entre Marbœuf y Cadou. Si se mete en eso, el lector puede llegar a pasárselo muy bien. Pero ha de interesarle la ficción radical, claro.
[fragmento de FUERA DE AQUÍ, conversaciones con André Gabastou]
El intento de sucidio del verdadero CADOU días después de haber escapado de Polonia.