
Es como si la Literatura andara libre, a sus anchas, dando rienda suelta a las constantes de siempre, con nuevas, insólitas y genuinas variaciones. La sorprendente variación de una sutil trama robótica, un narrador Denver fuera de todo, «inquilino negro», odradek que ofrece nuevas perspectivas a la otredad. El doble juego del narrador-Auctor, otra variación singular. Me parece escuchar la música de Chet Baker, artista solitario que va ejercitando su arte con una pasión y virtuosismo admirables. Ahora, la voz del escritor, intérprete de la palabra que sin perder de vista el tema principal de su obra: la creación, la lectura, la literatura o la vida, imagina y ensaya nuevas probaturas siempre más allá. Un canon o no-canon ya anunciado que me recuerda a Los ilegibles. Canon subjetivo, intempestivo, desplazado, in progress, un canon de las afueras que se hace centro en Parte Ninguna. Siempre acompañado por K, el escritor imprescindible que lo mantiene vivo sin retorno posible. Canon hecho de fragmentos que, como diría Edgardo Cozarinsky, prestan magnífica elocuencia al discurso, se incorporan a la estructura de una forma prodigiosa, chocan con el texto elevándose a una imprevisible potencia, convirtiéndose literalmente en un capítulo más del libro. Canon que puede leerse desde cualquier punto, no hay un principio o final determinado. Todo es una unitas multiplex, ágilmente orquestada. Cómo me ha gustado el ritual que sigue ese caprichoso canon, la secuencia: «cuarto oscuro, ventanal, gabinete». Ese viaje apasionante que empieza en la estación oscura de la biblioteca, donde el libro permanece quieto, cerrado en el silencio, aprisionado entre otros libros también inmersos en la oscuridad. Coger el libro en una suerte de azar, alcanzarlo, rescatarlo y llevarlo hacia la luz es una trayectoria maravillosa. Un momento poético. Un método infalible. Y de la luz al gabinete, al escritorio de siempre. Ahí «la infalible pulsión de la escritura», el poder de la palabra, las infinitas combinaciones, el arte de la escritura. El feliz acontecimiento. Un placer ver cómo los variados y espléndidos fragmentos, sin agotar su sentido, se unen a la obra. Original despliegue de la lectura a la vida de la novela. Que no es poco. De inmediato rescato el primer libro que sale del cuarto oscuro, Papeles Falsos, ya incorporado a mi lista. En espera, otros completamente desconocidos para mí. Canon de cámara oscura, gran libro de este abril. Summa de imaginación, sorprendente