Entro en mi librería habitual y un caballero que no conozco, un cliente que estaba ya enfilando la puerta de salida, retrasa su partida para preguntarme si me puede entregar Pequeño infierno turinés, de Guido Ceronetti. El nombre de la editorial, me dice, comenta su previsible frágil paso por este mundo: Editorial Días Contados. (+)