Sobre la mitificación exprés.

ContinuaElCombateFoster Wallace, Bolaño, Houllebecq o Vila-Matas y el club de los escritores de la mitificación exprés . 

Y aquí: las RESPUESTAS EXACTAS DE VILA-MATAS A LAS PREGUNTAS DE WINSTON MANRIQUE.

¿Por qué esa necesidad de crear mitos literarios tan rápido? En algunos casos de los que me nombras (Foster Wallace, Bolaño, Stieg Larson) ha sido la muerte la que ha sido rápida. En otros (Carrère, por ejemplo) hace 40 años que escribe y que tiene un proyecto importante que merece los seguidores que tiene, pero ha estado 40 años sin que fuera el mito literario que ahora es. En el caso de Knausgard ha sido una maniobra bien calculada de la agencia de Andrew Wylie. En el caso de   Houellebecq es porque se ha sabido crear un personaje (el pitillo y el perro han colaborado) y lo que escribe tiene a veces interés, aunque los mejores escritores franceses se llaman Michon, Echenoz y Modiano.

¿Qué hace diferentes a esos autores respecto a sus colegas para que destellen de esa manera? A veces es porque son geniales escribiendo y en otras por la leyenda que se ha creado en torno a ellos, o por las dos cosas a la vez, o por ninguna de ellas, simplemente porque les confunden con un cantante de rock.

¿O es algo propio de los tiempos de lo inmediato y lo líquido? No, es muy antiguo. Es algo relacionado con lo religioso. A un autor le salen de pronto “adoradores”, lectores que no quieren perderse ni un folio suelto suyo, lectores que le siguen en todo lo que hace. Ser seguidor –lo digo por propia experiencia- es apasionante.  Ser seguido –también tengo la experiencia- no lo es tanto, porque a muchos adoradores  sólo les interesa lo que un día leyeron de ti y quieren encontrar siempre eso en lo que haces. O bien esperan de ti que seas tan inteligente y simpático como ellos y te exigen mucho. Pueden llegar a impedir al autor ser libre a nivel creativo y machacarle  su capacidad de sorprender continuamente, de hacer con sus escritos  lo que le dé la gana en todo momento. Nada admiro tanto como ese día en la vida de Bob Dylan, en Newport, en 1965, cuando todo el mundo le consideraba un cantante de folk y se presentó con una ruidosa banda eléctrica que ninguno de sus adoradores comprendió. Comenzaron a insultarle. “Creo que estáis leyendo el periódico de ayer”, les dijo Dylan, Es una frase que cada vez que la recuerdo me divierte más.

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