
Casa en Pago Pago, Samoa.
Una de las Vidas imaginarias que escribió el francés en 1896 y Borges leyó con enorme vocación de aprender: aquí, la del pintor Paolo Uccello, a quien «no le importaba nada la realidad de las cosas, sino su multiplicidad y lo infinito de las líneas». (Eterna Cadencia)