UN DUCHAMP RELAJADO

g.richter

 En El legado de Humboldt (Galaxia Gutenberg), hay un momento en el que Saul Bellow nos recuerda cómo Artaud invitó a los intelectuales más brillantes de París a una conferencia y, cuando los tuvo a todos reunidos, no leyó nada, se subió al escenario y se puso a gritarles como un animal salvaje; soltó gritos horrísonos mientras los intelectuales parisienses permanecían sentados considerando que en el fondo (sigue leyendo)

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