Leo Marienbad eléctrico, el nuevo (…) Ahora que está tan en boga la autoficción y los ejercicios en primera persona, estas afirmaciones nos recuerdan que el autor siempre se disfraza de alguien más, incluso cuando parece que no. Y si todavía quedan dudas, podemos recordar las palabras de Gombrowicz que Vila-Matas también recoge en su libro: «Yo no era nada, por lo tanto podía permitírmelo todo» (seguir leyendo)