El paisaje como personaje. Tierra de empusas, de Olga Tokarczuk

(de la newsletter de Anagrama)

Olga Tokarczuk también incorpora en su última ficción TIERRA DE EMPUSAS una mirada histórica y literaria hacia el paisaje, que actúa mucho más que como un simple decorado. Fue en el Romanticismo literario que el paisaje se empezó a concebir como un símbolo que permitía comunicar el mundo interior y las emociones de los personajes: entenderlo era una manera de comprender la piscología de las personas. No en vano, el movimiento artístico que precedió el Romanticismo se autodenominó Sturm und Drang, que significa literalmente «Tormenta e Ímpetu». Escribe Tokarczuk: “Siente […] que podría meter el dedo en ese paisaje monumental y hacer en él un agujero que condujera directamente a la nada. Y que esa nada se desbordaría desde allí como un río y finalmente lo alcanzaría también a él, lo agarraría del cuello”

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