
V-M y Sylvia Molloy en Nueva York, librería McNally Jackson
Con los nacionalismos extremos y la asfixia mental que crean cada vez más los que te manosean y quieren decidir a qué “cultura” perteneces, uno acaba dando pasos para que –como canta Luz Casal– corra el aire. Y para ello opta por alinearse con Valery Larbaud, que recomendaba escribir “donnant un air étranger à ce qu’on écrit”, tratando de dar un aire extranjero (o de extranjería) a lo que se escribe. (sigue leyendo)