VAMOS REZAGADOS

Palm Springs. Doisneau.

La influencia de la ansiedad (por Andrew Gallix)

Llegamos demasiado tarde para decir algo que no se haya dicho ya” se lamentaba La Bruyère a finales del siglo XVII. El hecho de que el propio La Bruyère llegara tarde al afirmar esto (el Eclesiasta y Terencio ya se habían adelantado a él en los siglos III y II AC) venía a demostrar su aserto. Según la precuela de Macedonio Fernández, anterior al Génesis, siempre hemos llegado demasiado tarde. (sigue leyendo).

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