La levedad y Torrente Ballester (fragmento de ‘Ese famoso abismo’)

029-fV-M: Recuerdo que por aquellos mismos días Gonzalo Torrente Ballester –que de su generación era el más lúcido y progresista de los escritores españoles, y la prueba la tenemos en su joyceana La saga/fuga de J. B– publicó una nota y gran elogio sobre el libro de Calvino que, necesitado yo como estaba de una defensa de mi Historia portátil, leí como una reseña también a mi favor, ya que ahí acusaba a gran parte de la literatura española después del Quijote –bueno, más concretamente a la de tierra adentro, la castellana– de haberse dejado llevar por un excesivo peso trágico, por un sentimiento de gravedad que había operado siempre en detrimento del humor y de la –tan rara entre nosotros– levedad.

Anna María Iglesia:  –Curiosamente, para hablar de la levedad, Calvino cita a un viejo conocido, Kafka, y un relato en el que consigue, a pesar de la gravedad del tema –la falta de carbón en un invierno marcado por la guerra– ser leve, elevándose como lo hace el barón rampante, símbolo también de esta levedad.

V-M: Yo creo que todos más o menos sabemos quién es un pesado y quién no. El mundo mismo puede ser pesadísimo si le dejamos hacer. Calvino elige la levedad al descubrir de joven que «la pesadez, la inercia, la opacidad del mundo, son características que se adhieren rápidamente a la escritura si no se encuentra la manera de evitarlas». Y Torrente Ballester, en 1989, el 27 de mayo de ese año, advierte que la levedad será la propuesta de Calvino menos aceptada por los lectores españoles. Y comenta que nuestra gravedad, más un prejuicio que un rasgo de carácter, se ha orientado siempre hacia la literatura y ciertas formas plásticas, pero incluso en este orden de creaciones hay verdaderos juegos de piedra. Y cita la fachada compostelana del Obradoiro y dos versos de Gerardo Diego («También la piedra, si hay estrellas, vuela»), y se dice a sí mismo que si la piedra puede volar, también pueden obviamente volar las palabras. Torrente Ballester viene a decir que no todo en la cultura española es gravedad y realismo, pero hay que saber buscar las excepciones, por escondidas y menospreciadas que estén.

(1) ESE FAMOSO ABISMO. Anna María Iglesia en conversación con Vila-Matas. Wunderkammer.

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