Se confirma, según Andrew O´Hagan (LA VIDA SECRETA), que el ciudadano clásico del siglo XXI se define también por su falsedad: «Se construyen y movilizan valiosas identidades falsas y a menudo son simulacros de la verdadera identidad de sus responsables».
Gran libro LA VIDA SECRETA. Aunque si lo pensamos bien, ¿no estaba eso ya en El Quijote? Es el gran tema de la novela desde el libro de Cervantes. El tema de la apariencia y la realidad: lo que somos, lo que creemos o decimos ser y lo que ven los que nos miran, que casi nunca coincide en absoluto.
Recomendación de Vila-Matas en BABELIA el SÁBADO 20-3-20:
En cierto modo, la Red ha dado a todo el mundo los instrumentos para crear ficción. En Facebook y Twitter hay decenas ya de millones de nombres “inventados”, muchos de los cuales corresponden a gente que vive claramente una vida prestada, menos vulgar que la que tiene. De esto y de dónde quedan hoy los límites que separan lo real de lo ficticio habla La vida secreta, el tan recomendable libro del gran Andrew O’Hagan. Un ensayo en el que se nos cuentan tres “historias verdaderas”, destacando la de Julian Assange (WikiLeaks) que a los ojos de sus seguidores es un icono de la lucha por los derechos humanos, pero que, visto más de cerca, no llega ni a icono de la mediocridad.