
Desfilaban en ese momento por delante del antiguo Pombo inmigrantes africanos, con pancartas en árabe, sin gritos ni consignas, pero emitiendo una especie de dura música propia (foto de Vila-Matas en calle Carretas, abril 2019)
Andaba diciéndome que hay episodios de nuestra vida que parecen dictados por una discreta ley que se nos escapa cuando a la altura del antaño café Pombo de la calle Carretas me entró el correo del amigo Tote King, lector agudísimo (y escritor inédito, de momento): “Hoy termino La tentación del fracaso, con cierta pena de que se acabe; llevo una semana muy unido a Ribeyro, casi puedo ver su delgadez, sus ataques de acidez y sus copas de tinto” (+siga leyendo)