INVITACIÓN A LEER A CHEJFEC [Teoría del ascensor]

«Me detengo en cualquier esquina y no entiendo lo que tengo delante; es un sentimiento donde se mezcla la intuición del origen, el sentido vacilante del pasado, el conocimiento equívoco de la vida de la ciudad. De esa combinación surge otro mapa que no es fácil interpretar. Ese mapa aleatorio y puramente imaginario me lleva a pensar que soy otro, alguien que ha amanecido a la vida esta misma mañana. Ser otro significa no tanto un nuevo comienzo o personalidad, sino un mundo nuevo, o sea, que la realidad y todos los individuos pierdan o dejen de lado su memoria y me admitan como un miembro desconocido, recién llegado»

Adicto a Chejfec. Me atrae su narrativa en voz baja y el frío trato irónico que le da a la literatura, a la que sin embargo ama. De sus relatos no olvido un ascensor y un vecino invisible en el cuento que abre Modo linterna, ni tampoco la felicidad de aquel narrador, tan satisfecho por el hecho mismo de esperar un ascensor, y quizás también por la posibilidad de que en lo alto espere la realidad más densa y resistente. Últimas noticias de la escritura, Mis dos mundos, Sobre Giannuzzi, están entre sus obras más turbadoras. ¿Es narrador o ensayista? Ahí a veces dudo, como ahora mismo; titubeo bastante, nunca sé qué decidir. Pero no importa. Después de todo, a él le atraen las indecisiones. Con todo, de algo creo estar seguro: en sus textos, poblados de fantasmas tenues y etéreos, acabo siempre de golpe comprendiendo que no pasa nada, pasa sólo que son excepcionales. (Vila-Matas en la contracubierta de la edicion de Jekyll & Hill)

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