Pero ahora que se habla tanto de que el lector pide que le ayuden a entender, ¿se me entenderá si digo que cuando más se dice es no diciendo nada? La frase de Dubois atrae la atención del lector distraído y lo hace con más fuerza que si hubiera sido comprensible y profunda. ¿O acaso el canto más bello no es siempre el de una lengua desconocida? (sigue leyendo)