(Texto de Philip Engel)
Si tuviera que escoger una cita, una sola, para la faja de la última novela de Enrique Vila-Matas me quedaría con la que precede. No sólo porque Vilnius, su joven protagonista, tiene un Aire de Dylan –se le parece, no es que sea clavado-, sino porque el propio Vila-Matas también me ha recordado (+sigue leyendo)