ME SENTÉ Y LLORÉ.

Me preguntaron si era fácil distinguir entre una buena novela y una que no lo era, y dije que bastaba con examinar cuáles eran sus relaciones con las altas ventanas de la  poesía. Precisé que hablaba de sutiles conexiones con la poesía y en ningún caso de lo antagónico: novelas escritas por poetas a base de prosa poética, algo absolutamente a evitar cuando se trata de una novela. “Querido Friedrich, el mundo todavía es falso, cruel y bello…”, escribe Charles Simic (sigue leyendo El País 17 nov 2007) (web V-M)

 

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