¿Norwich? Ya era bien curioso. En uno de sus hospitales, W. G. Sebald había comenzado a pensar y escribir Los anillos de Saturno. Y en esa misma ciudad, 20 años después, el mataronés Jorge Carrión había recorrido todas sus librerías para ver cómo valoraban que Sebald hubiera vivido tres décadas entre ellos. ¿Y en Ciudad abierta el escritor y fotógrafo neoyorquino de origen nigeriano Teju Cole no había dado amplias muestras de ser un paseante de la estirpe de Hazlitt, Walser y de Sebald? (sigue leyendo)