INDECIBLE, DIJO ELLA.

gladman-paSartre rechazó unos relatos de Marguerite Duras. La recibió en Les Temps Modernes, pero para decirle en un tono huraño: “No puedo publicarla. Escribe usted mal”. Y, por los mismos días de 1955, Simone de Beauvoir le decía al editor Gallimard: “Explícame a Duras, no entiendo nada”.(*sigue leyendo)

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